Etimología: Del latín citrinus, por su color amarillo limón.
Eficaz en el tratamiento de los trastornos del sistema inmunológico, problemas digestivos, activa el hígado, bazo y páncreas.
Aporta tranquilidad, estabilidad y confianza. Aplaca la ira. Ayuda en procesos de ruptura, duelos y abandono.
Antigua creencia: Se consideraba que contenía la misma energía del sol en su interior y se usaba en ritos en los que se deseaba obtener dicha energía. Se la conoce como » guía de la abundancia «